Bodega museo en Toro
Antonio Velasco e Hijos, su bodega museo en Toro
Visite nuestra bodega museo en Toro. Le enseñaremos cómo se elaboraba el vino hace varios siglos.
La casa en la que se asienta la bodega museo de la familia Velasco es una construcción típica castellana del siglo XVII y restaurada a principios de éste. En aquella época los edificios no tenían la diferenciación que hoy se hace de vivienda o local comercial, ya que ambos espacios estaban conectados y, en muchos casos, eran comunes, realizando las tareas del hogar y las propias del negocio en los mismos ambientes.
Esta casa, situada en la populosa calle de Corredera, dentro del casco histórico de la ciudad de Toro, es un claro ejemplo de la arquitectura tradicional castellana. Está construida sobre una base de sillares calizos utilizados como cimientos, y que cubren parte de la fachada, aunque las paredes son de tapial, una especie de tierra húmeda y prensada, al estilo de los encofrados actuales de hormigón. El armazón es de madera, tanto las vigas como los suelos de la parte superior, siendo la mayor parte del maderamen de pino, por su cercanía y abundancia, y de negrillo (olmo), seleccionado por su dureza y resistencia a los xilófagos.
Diferentes etapas de la fabricación del vino
Sobre sus orígenes poco conocemos. Gracias a los datos observados en el momento de hacer la restauración podemos hablar de dos “momentos” en lo que se refiere a la elaboración de vinos. Un primer momento con un pequeño lagar y un gran zaguán abierto a la calle, y una segunda época ya con la fachada cerrada en su ubicación actual y con un lagar más grande y con más capacidad de prensado. Este segundo lagar se hizo reutilizando partes del primero y estructuras existentes, lo que llevó a anular una de las dos puertas de entrada originales.
Las estructuras que se conservan hoy en día son varios silos para almacenar grano excavados en el suelo de la vivienda y las zarceras que comunicaban la calle con la bodega y servían de respiradero, además de permitir subir y bajar uvas o vino gracias a una polea. También se conserva la estructura del lagar, con su viga, husillo y piedra de lagar. En los dos lagares existentes podemos observar las vineras que salen de ellos y conducían el mosto a la bodega para su posterior vinificación.
Instalaciones originales del siglo XVII
Distribuidas por las instalaciones hay repartida antigua maquinaria vinícola y podrá conocer de primera mano la elaboración tradicional de los vinos de Toro en una bodega donde se elaboró vino hasta finales del siglo XX pero con instalaciones originales del siglo XVII.