Bodega en Toro
Antonio Velasco e Hijos, su bodega en Toro
Somos una de las pocas bodegas en Toro que conservan las estructuras de bodegas tradicionales.
En Antonio Velasco e Hijos nos dedicamos, desde hace muchos años, a la fabricación tradicional de vino de la Denominación de Origen Toro. Nuestra bodega en Toro está ubicada en un espacio único por su historia y tradición, que conserva muchos de los elementos de siglos pasados.
¿Cómo se accede a la bodega?
A la bodega se accede por el fondo de la casa, a través de un pequeño patio donde podemos observar el pilo donde vertían el mosto las vineras procedentes de los lagares. Originariamente este pilo estaba tapado con madera y barro prensado para evitar accidentes y que nada cayera al mosto, además de dejar más espacio de trabajo en el patio. Este patio disponía de un sistema de recogida de aguas pluviales que desaguaban en un aljibe, del que se surtía de agua la casa.
Una bodega excavada en la roca
Durante el descenso a la bodega podremos ver cómo está excavada en la roca, sin arqueo de ladrillo u hormigón. La escalera está realizada en ladrillo rojo y es totalmente original, pudiéndose ver en ella el desgaste producido a través del tiempo. La bajada a la bodega está acompañada por la vinera excavada en una pared lateral y que pasa por debajo de la escalera con una ingeniosa solución. Esta vinera que transporta el mosto desde los lagares superiores acaba en otro pilo desde donde se recogía el líquido para echarlo a las grandes cubas que allí había para su fermentación. Este pilo está realizado en ladrillo rojo y baldosa, y al igual que la escalera y los lagares de la parte superior conserva los materiales originales con los que se realizó. El mosto aquí recogido era mezclado con la uva entera que se arrojaba por la zarcera hacia otro lagar, para poder extraer el color y la estructura típica de los tintos de Toro.
Lagar y antiguas cubas de elaboración
En la parte inferior de la bodega se puede ver el lagar al que caían las uvas que se echaban directamente por la zarcera, doce metros bajo el nivel de la calle. Así mismo se pueden observar las antiguas cubas de elaboración, además de diverso material y maquinaria de vinificación. También se puede ver cómo el paso del tiempo y de los distintos negocios ha ido modificando la estructura, con silos reaprovechados como zarceras, pasos a las bodegas vecinas, etc.